Jorge Mario Bergoglio, pontífice 266 de la Iglesia Católica Apostólica Romana, asumió hace 10 años su misión con el propósito de expresar sus convicciones más profundas acerca de lo que debe significar y expresar la Iglesia. Entiende que el paradigma que debe inspirar la conducta de sus miembros es Jesús, su obrar y proceder, según se hallan descriptos los Evangelios.
Por eso la humildad jamás se apartó de sus acciones, tanto antes de ser electo Sumo Pontífice como desde el momento en que vistió el atuendo papal, hasta el presente.
Francisco se esmeró por implementar una reforma profunda de la curia romana– el gobierno central de la Santa Sede- para que esté más a la escucha de las iglesias locales.
A su vez, quiso descentralizar la instancia y dar más espacio a los laicos y mujeres.
Estos cambios, a veces criticados internamente, se concretizaron con la entrada en vigor en 2022 de una nueva Constitución, que reorganiza los dicaterios (ministerios) y prioriza la evangelización.
El pontífice también renovó el turbio sector de las finanzas del Vaticano, envueltas en escándalos, con la creación en 2014 de un Secretariado para la Economía, así como la aplicación de un marco de inversiones y de medidas anticorrupción. También ordenó el reajuste del Banco del Vaticano, con el cierre de 5.000 cuentas.
Aspectos principales del pontificado
En sus 40 viajes al extranjero, Jorge Bergoglio quiso dar más importancia a las «periferias» y prefirió los países marginados de Europa del Este o de África, a los feudos católicos occidentales.
Asimismo, defendió el multilateralismo y ha denunciado sin cese el comercio de armas. Y también optó por el diálogo con todas las confesiones, especialmente con el islam, como quedó reflejado en una visita histórica en Irak en 2021.
Durante su pontificado también alcanzó un acuerdo inédito con el régimen comunista de Pekín, en 2018, sobre la espinosa cuestión del nombramiento de obispos en China.
La diplomacia de la Santa Sede también obró para el acercamiento histórico entre Cuba y Estados Unidos en 2014. Pero chocó contra el muro de la guerra en Ucrania, donde en los reiterados llamados a la paz el papa no tuvo efecto.
Qué pidió el papa por sus 10 años de pontificado
«Por mis 10 años de Papa, regálenme paz»; esta fue la petición del papa Francisco con motivo del décimo aniversario de su pontificado.
Así lo expresó Francisco en un podcast difundido bajo el título «Popecast», donde el Pontífice hace un balance de los años vividos como sucesor de Pedro.
En el audio, publicado este lunes 13 de marzo por Vatican Media, el papa Francisco relató que «parece que fue ayer» cuando fue elegido Papa.
También recordó el momento «más hermoso vivido» hasta ahora, y aseguró que fue el encuentro que mantuvo el 28 de septiembre de 2014 en la Plaza de San Pedro del Vaticano con los ancianos de todo el mundo.
«Los ancianos son sabiduría y me ayudan mucho. Yo también soy viejo, ¿no?», señaló el Papa Francisco.
Asimismo, contó que estos últimos años ha supuesto «vivir en tensión» y precisó que también ha habido algunos momentos malos, relacionados sobre todo con la guerra.
En este sentido, recordó su visita a los cementerios militares de Redipuglia y Anzio (Italia), así como la vigilia para evitar la guerra en Siria y ahora, además, la guerra en Ucrania.
Aseguró, también, que «no esperaba ser el Papa en el tiempo de la Tercera Guerra Mundial».
«Me duele ver a los muertos jóvenes, sean rusos o ucranianos, me da igual, que no vuelven. Es duro», lamentó el Papa.
«Paz, necesitamos paz», pidió a continuación el Santo Padre.
Por último, el Papa destacó que «todos somos hermanos» y animó a «no tener miedo de llorar y sonreír».